Hay un feminismo que nos invita a practicar una ética del cuidado, lo que significa combatir no sólo el maltrato machista -muchas veces existente en nuestras relaciones-, sino también el maltrato que nos producimos cuando subestimamos la necesidad del placer, de la alegría, de un cuerpo plenamente respetado, querido y defendido frente a las políticas que lo mercantilizan y destruyen.
Hay un feminismo que nos invita a cambiar al mundo no en un futuro nuestro, sino también en un presente de lucha…
Hay un feminismo que nos invita a cambiar al mundo no en un futuro nuestro, sino también en un presente de lucha…
Claudia Korol