domingo, 16 de octubre de 2011

A 1 año del asesinato de Mariano Ferreyra seguimos luchando


A 1 año del asesinato de Mariano Ferreyra multiplicamos su ejemplo, continuamos la lucha!!



Trabajo en negro y tercerizado, contratos basura, pasantías, programas de empleo con malas condiciones y hasta trabajo esclavo forman parte del universo de la precarización laboral, sustento clave de este modelo. Una de las bases fundamentales del famoso “crecimiento económico” es una mayor explotación y precarización para las y los trabajadores. Millones de jóvenes se han incorporado al mundo del trabajo bajo pésimas condiciones laborales y salarios de miseria. Los accidentes laborales se multiplican y los derechos fundamentales establecidos en la misma Constitución Nacional, como la estabilidad laboral, la obra social, el aguinaldo o las vacaciones pagas, no son más que letra muerta. A su vez, el modelo genera desempleo y migración de trabajadores rurales a las grandes ciudades, ensanchando los cordones de pobreza y marginalidad en las periferias urbanas. Este panorama se recrudece en los sectores donde predomina la mano de obra femenina, en los que se acrecienta la brecha salarial ante la misma tarea, así como las peores oportunidades en el ingreso y en el progreso laboral. Distintos sectores de trabajadores han protagonizado importantes luchas que les permitieron recuperar salarios y algunos derechos. Pero el acuerdo entre gobierno, empresarios y dirigencia sindical le ha puesto un techo a esa recuperación.
La dirigencia de la CGT no sólo es cómplice, sino en muchos casos también partícipe de los negocios. En casos extremos, utiliza patotas para reprimir y hasta llegó a asesinar a nuestro joven compañero Mariano Ferreyra.
Es necesaria la unión de las y los trabajadores para recuperar nuestras herramientas de lucha y exigir democracia sindical para todos y todas. Nuevas/os delegadas/os honestos, decenas de comisiones internas combativas, y hasta algunos sindicatos con conducciones clasistas, marcan un camino a seguir. El pase a planta permanente y al mismo convenio que el resto de nuestros compañeras/os es un derecho a conquistar, así como el blanqueo de las sumas “en negro”, igual remuneración por igual tarea, y salario acorde a la canasta básica familiar.
Exigimos la creación de puestos de trabajo dignos para los que aún hoy siguen desocupados y el reconocimiento y fortalecimiento de las cooperativas de trabajo y de las empresas recuperadas por sus trabajadores. Ambas experiencias han demostrado la capacidad que tiene nuestro pueblo de generar fuentes de trabajo sin patrón, en pos de una economía solidaria. También nos proponemos avanzar por la dignidad de nuestros viejos y de nuestro futuro, como lo es la recuperación del 82% móvil jubilatorio.