NO a la Bonaerense de Pulti
SI a la SEGURIDAD del Pueblo
“Bajen las armas, aquí solo hay pibes comiendo”
Pocho Lepratti
El 9 de junio se realizará la consulta popular
convocada por la Municipalidad de General Pueyrredón. Desde el Frente Popular
Darío Santillán Corriente Nacional, entendemos que es importante que nos
hagamos de la información necesaria para poder evaluar con buenos criterios y
participar con opinión propia de la Consulta. Creemos que una instancia de participación directa de estas
características es en sí mismo algo positivo, pero no podemos dejar de señalar
que en las opciones propuestas no encontramos una solución real al problema de
la “inseguridad”.
¿De qué
hablamos cuando hablamos de “inseguridad”?
Hace varios años, sobre todo en vísperas de
cada elección, muchos candidatos, ansiosos por recolectar votos en sus campañas,
evocan la cuestión de la “inseguridad” y prometen la única solución que desde
el Estado siempre se dio a esta cuestión: más policía en las calles. La inseguridad
ciudadana es uno de los temas favoritos de los medios de comunicación masiva
pero también uno de los ítems centrales de la agenda del Estado, donde la
seguridad suele ser enfocada como un problema policial, netamente abordado
desde políticas criminales.
Para nosotrxs, la seguridad debe ser planteada
desde su dimensión social, entendiendo a la seguridad como la NO precarización
de la vida y, en ese sentido, la
satisfacción de derechos humanos básicos como acceder al estudio, donde las
escuelas como instituciones formadoras sean espacios de contención y no lugares
de paso; tener un trabajo digno y estable, acceder a una vivienda, tener
garantizada la cobertura de salud, etc.
Asimismo, entendemos
que la criminalidad es una realidad que golpea, principalmente a los más
humildes, quienes más sufrimos sus consecuencias, somos el pueblo laburante.
Pero creemos que es importante diferenciar el delito ordinario del delito
organizado, profesional. Es este último el verdadero problema y el origen de la
llamada “inseguridad”. Nos referimos a las redes mafiosas existentes entre
narcotráfico, trata de personas, lavado de dinero, poder político, judicial y
policial.
Es central remarcar que el aumento del
delito profesional no creció como consecuencia de la pobreza y la marginalidad
como quieren mostrarnos los medios de comunicación y los políticos del sistema
que siguen estigmatizando a los pibes de las barriadas populares. Muy por el
contrario, es la existencia de mercados delictuales, que crean oportunidades
económicas, y la existencia de un sistema policial corrupto, el desgobierno de
la política y la desidia, la burocracia y el espíritu de revancha de clase que
existe entre la “familia judicial” lo que explica el aumento del delito
profesional.
Sobre las prioridades del Estado
Si observamos el presupuesto que anualmente el
gobierno nacional o provincial destina a las “fuerzas de (in)seguridad” y lo
comparamos, por ejemplo, con el que disponen para el área de la salud o
educación enseguida nos daremos cuenta de cuales son las preferencias de los
funcionarios.
Actualmente en
Mar del Plata continúa el deterioro de las escuelas públicas. La salud pública
se encuentra colapsada, con el hospital con falta de insumos y un total
desfinanciamiento de las postas sanitarias y las salitas de los barrios.
En este
contexto, el gobierno de Pulti, con el
apoyo explícito del Gobierno Nacional, pretende gastar los recursos públicos en
más policía, cuando la primera prioridad de un Estado debería ser velar por el
bienestar del pueblo, destinando recursos a terminar con la precariedad de la
vida de una gran parte de la sociedad.
NO A LA “BONAERENSE”DE
PULTI:
Desde
el FPDS-CN estamos convencidos que el problema de la inseguridad NO se resuelve
con más policía sino desalentando trayectorias que conducen al delito, y para
esto el Estado tendría que generar condiciones para el pleno desarrollo
material y moral del pueblo. Las causas del delito contra la propiedad, no
hay que buscarlas en la pobreza sino en la brecha social, es decir, en la
desigualdad extrema existente en nuestra sociedad, producto de este sistema
social injusto basado en la explotación y la opresión.
La seguridad
no es entonces un problema policial que se resuelve apelando a más policías o
haciendo más cárceles, cárceles que se encuentran repletas de quienes cometen
los delitos menores y es utilizada como un “depósito de humanos para legitimar
la desigualdad”. Muy por el contrario, la única solución posible es resolver
los problemas sociales pendientes, con políticas públicas universales que
garanticen una vida digna, la organización y los lazos de solidaridad.
Por estas
razones, es que entendemos que una nueva fuerza policial encabezada por el
gobierno de Pulti no sólo no sería parte de la solución, sino más bien parte
del problema. En estas condiciones, sería sólo incorporar un nuevo actor que
responda a los mismos intereses que la Bonaerense. Un nuevo actor para las
redes del delito organizado que es el principal motor de la llamada
“inseguridad”.
SÍ a una
FUERZA Popular que combata las redes del delito organizado
Desde
el FPDS-CN entendemos que debemos salir de las posiciones cómodas en las que solemos
caer las organizaciones populares y la izquierda tradicional. Necesitamos pasar
a la ofensiva con propuestas y acciones que apunten a generar soluciones reales
para el conjunto del Pueblo. Ya que no
es una solución progresiva que el sistema policial continúe de la misma forma
en que se encuentra actualmente. Por eso podemos ver a muchos políticos de la
derecha más conservadora y reaccionaria militando activamente por el NO,
defendiendo los intereses de la mafiosa policía bonaerense.
Entendemos
que una fuerza de seguridad descentralizada con una formación centrada en los
derechos humanos y con un objetivo de protección del pueblo sería algo
progresivo. Sin embargo, no podemos confiar en que esto puede lograrse desde un
Estado conducido por los cómplices (cuando no en los protagonistas) de las
redes mafiosas causantes de la misma inseguridad que dicen querer combatir.
Las juventudes
de las barriadas marplatenses son los más castigados por los palos de la
bonaerense, hostigados y perseguidos permanentemente. Son también estos jóvenes
las víctimas para el reclutamiento por parte del narcotráfico, la trata y la
venta de autopartes. Entendemos que el gobierno municipal ha dado la espalda a este joven pueblo
trabajador en forma sistemática. Que
ante la luchas por derecho básicos como el trabajo, la vivienda, la salud y la
educación la respuesta de los funcionarios municipales ha sido hacer oídos
sordos. No llegan a ver desde sus oficinas que en barriadas donde existen
movimientos sociales y políticos, los niveles de violencia social han disminuido
simplemente porque se han creado fuerte lazos solidarios y horizontales en la
gimnasia de los vecinos solucionando sus propios problemas. No llegan a ver de
sus oficinas que ningún pibe nace chorro.
El
desafío, entonces, es construir una Fuerza Social y Política Popular capaz de impulsar
abordajes integrales que sean respetuosos de los derechos humanos, enfoques que
no sean solo punitivitos o represivos, sino que se basen en transformaciones
estructurales que cambien las condiciones sociales, económicas y culturales.
La
creación de un cuerpo de seguridad, sólo sirve en tanto proteja los intereses
del pueblo laburante, cuya tarea consista en abocarse al desmantelamiento del
negocio del narcotráfico, la trata de personas, la policía y el poder judicial,
atacando directamente a las redes clientelares mafiosas que se esconden detrás.
Pero esto implica una fuerza radicalmente distinta a las diversas “policías”
que nos ofrecen los gobiernos actuales.
Es por
ello que nuestra tarea militante se aboca a la construcción de una alternativa política,
que surja desde los propios movimientos sociales que venimos construyendo poder
popular y enfrentando la miseria, la explotación, las mafias y el vaciamiento
de lo público. Porque estamos convencidos y convencidas de que no habrá
seguridad hasta que no forjemos un País Socialmente Justo, Políticamente Libre
y Económicamente Soberano. Ese es el desafío: Una Nueva Alternativa Política,
para un Nuevo Estado, radicalmente distinto que apunte a solucionar estos
problemas de raíz en nuestros barrios, en nuestros espacios de trabajo, recuperando
la salud, la educación y el transporte público.
FRENTE POPULAR DARÍO SANTILLÁN
Regional Mar del Plata en la Corriente Nacional